jueves, 1 de diciembre de 2011

necesario


Odio necesitar a alguien, incluso más odio el saber que soy débil ante una persona, que lo que esta diga, haga o piense me afecte y sobre todo, que ante los problemas, me imagine a esa persona junto a mi.

Detesto querer un punto de apoyo para estar bien, y sobre todo detesto que quiera “una” persona para eso. Quizás sería mejor si de repente alguien venga y sea totalmente necesario...

Pero alguien que no sea él...

Odio sentir que pierdo ante algo que considero imposible... odio desear algo y siquiera estar segura que lo deseo...

¿quién entiende a las manzanas?

Quizás, en realidad, nunca intentan tentarnos y es solo la serpiente la que nos saca de nuestro propio camino... Quizás nada sea correcto...

Entonces, el rojo se vuelve negro...

Nada con sentido todo lo que digo :P

V

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